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Es común pensar e incluso equiparar los efectos de diferentes tratamientos estéticos o de belleza pensando que sus efectos son los mismos. A continuación, vamos a analizar cuál es la diferencia entre la toxina botulínica y el ácido hialurónico, así como sus beneficios, efectos, duración, método de aplicación, etcétera.

Las sustancias que cambian el rostro

Los príncipes del rejuvenecimiento facial son el ácido hialurónico y la toxina botulínica. Cada uno tiene sus características individuales y su función. Aunque aportan resultados similares, son sustancias totalmente diferentes.

Toxina botulínica

Para iniciar, la toxina botulínica es un tipo de toxina cuyo objetivo es paralizar temporalmente la musculatura. Es decir, impide que se generen movimientos faciales que causan las arrugas. Usualmente, la musculatura o grupos musculares donde se usa esta sustancia son alrededor de los ojos, el entrecejo, la frente, el bigote.

Uso de toxina botulínica para las arrugas de la frente.

El efecto de esta sustancia es eliminar y atenuar las arrugas. Previene la aparición de nuevas líneas de expresión y aporta tersura y luminosidad a la piel manteniendo una expresión natural. Es muy recomendada para evitar la aparición de arrugas, por lo que puede ser usada a edades más tempranas a manera de prevención.

Ácido hialurónico

El ácido hialurónico es un tipo de azúcar que se encuentra de forma natural en la piel y su función es retener líquido en la dermis. Es decir, mantiene hidratada la piel desde el interior. Su objetivo es absorber agua para aumentar o retener el volumen del rostro o de cualquier parte del cuerpo que se beneficie de este efecto.

El cuerpo disminuye su producción alrededor de los 25 años. A los 35 años se mantiene solo un 65 % del ácido hialurónico y alrededor de los 60 años solo existe un 10 o 20 % de la sustancia. Cuando decrece la producción de esta sustancia empiezan a aparecer arrugas.

Como principal forma de combatir este efecto, es normal que se empiecen a aplicar cremas que aporten dicha sustancia. Sin embargo, tales cosméticos no pueden penetrar la piel a profundidad y actúan solo en la superficie. Su utilidad es prevenir y se recomienda su uso a partir de los 25 años. También existe la posibilidad de realizar tratamientos de eliminación de arrugas y rejuvenecimientos faciales con el uso de estos productos.

El ácido hialurónico, al ser aplicado con inyecciones rellenar arrugas y surcos, ayuda a que puedan disminuir notablemente las líneas de expresión y también mejora el aspecto de los labios.

Aumento de labios.

Ahora que está claro el origen de las dos sustancias será posible analizar las zonas que se pueden tratar con cada una de ellas.

Zonas a tratar

Toxina botulínica

Como se mencionó anteriormente, la toxina botulínica sirve para atenuar las arrugas que se presentan en las patas de gallo, frente y entrecejo. Sin embargo, sus beneficios se extienden hasta la posibilidad de modificar la posición de las cejas, elevándolas. Esto provoca que la mirada esté más atractiva.

La toxina botulínica se usa no solo para fines estéticos sino también para fines medicinales, por ejemplo, en la hiperhidrosis o excesiva sudoración en axilas, manos y pies. Esta condición es sumamente desagradable tanto para quien la sufre como para las personas que interactúan con el paciente. La labor de la toxina botulínica es tratar esta condición de forma muy eficaz cambiando incluso la autoestima y el comportamiento social de quien lo sufre.

La toxina botulínica es una toxina que se empezó usando para paralizar los músculos que causaban estrabismo. Una vez que se utilizó este elemento para corregir tal condición, sus efectos favorecieron no solo los ojos sino también la apariencia de las arrugas de los pacientes.

Desde ese momento, el médico que usaba esta técnica notó un fuerte incremento de personas que lo solicitaban como tratamiento de belleza y juventud. 

Acido hialurónico

El ácido hialurónico es netamente un tratamiento de relleno, su aplicación se realiza mediante pequeñas inyecciones de esta partícula en capas superficiales de la piel. Su procedimiento se centra en tratar las arrugas más marcadas y luego se tratarán las secundarias para que el efecto sea mejor.

Existen dos tipos de esta sustancia, cada uno con sus funciones y utilidades específicas, a continuación, se explican sus funciones:

  • Ácido hialurónico no reticulado sirve para hidratar y dar luminosidad a la piel, se aplica en procesos como la mesoterapia y el proceso es superficial.
  • Ácido hialurónico reticulado, se llama así, ya que su estructura molecular aparenta una malla. Se usa como material de relleno y dura más que el no reticulado. Su aplicación es más profunda.

Algunas generalidades de su aplicación

Tanto los tratamientos con la toxina botulínica como con ácido hialurónico son rápidos y su aplicación tarda máximo entre 30 y 45 minutos en cada consulta. Previo a la aplicación, es necesario tener limpias y desinfectadas las zonas a tratar.

En el caso de la aplicación de la toxina botulínica, no es necesario aplicar anestesia. Para aplicar el ácido hialurónico se coloca un anestésico local en el área a tratar. Se puede usar una aguja fina o una cánula, dependiendo del criterio del médico tratante, el tipo de ácido hialurónico a usar y la extensión de la zona tratada.

Los resultados de cualquiera de los dos tratamientos se pueden apreciar 2 o 3 días después del procedimiento. Su duración depende de cada paciente; sin embargo, existe un promedio de 4 a 6 meses con la toxina botulínica y de 6 a 12 meses con el ácido hialurónico. Como se explica, los efectos son pasajeros y el paciente deberá hacerse nuevamente el tratamiento para poder continuar con los efectos o hacerlos continuos en el tiempo.

Diferencias entre la toxina botulínica y ácido hialurónico

La toxina botulínica paraliza la musculatura, ya que es una toxina producida por el Clostridium botulinum y evita las arrugas. El ácido hialurónico es una sustancia que se encuentra naturalmente en la piel y rellena la arruga, la cicatriz o las marcas de acné.

El ácido hialurónico es un elemento más bondadoso, ya que su aplicación no se restringe al rejuvenecimiento facial, sino que al ser un elemento de relleno se puede aplicar en otras zonas que también son reflejo de la edad. Estas pueden ser, por ejemplo, las manos, los labios, pómulos, borrar arrugas y líneas de expresión, aplicación en el cuerpo en general, etc.

La toxina botulínica se aplica en el músculo para tratar y prevenir la formación de arrugas. Es una sustancia externa que se aplica sin anestesia.

El ácido hialurónico se lo coloca superficialmente en la arruga, reestablece el volumen perdido en los labios, surco naso geniano, ojeras o patas de gallo. Es un componente natural que es producido por el cuerpo y debe ser usado con anestesia previo a su aplicación.

Los sitios principales de aplicación de ácido hialurónico en la cara son en el tercio inferior y la toxina botulínica es preferido para usarlo en el tercio superior de la cara.

Semejanzas

Las dos sustancias sirven para ser aplicadas obteniendo un efecto rejuvenecedor. Se pueden usar individualmente o juntas para obtener resultados complementarios. Deben ser aplicadas por profesionales de la salud o un especialista en medicina estética. Los resultados son temporales y las sustancias son reabsorbidas por el mismo cuerpo luego de un tiempo que ronda los 6 a 12 meses.

Los 2 tratamientos juntos.

Ambas se pueden aplicar tanto en hombres como mujeres. Para obtener los mejores resultados es necesario conocer a profundidad la anatomía facial y corporal para que las zonas tratadas sean las adecuadas sin causar efectos indeseados.

Qué esperar el día de la cita

Es usual que los profesionales recomienden el uso de la combinación de ambos tratamientos para así obtener mejores resultados. La aplicación es de máximo 30 a 45 minutos y el paciente no debe ingresar a quirófano. Luego de la cita médica es posible regresar a las actividades normales.

Cuidados luego de la aplicación de toxina botulínica o ácido hialurónico

Tras la aplicación de cualquiera de los dos productos, se pueden presentar hematomas, enrojecimiento o hinchazón en las zonas donde se trabajó. Se recomienda no tomar aspirina 48 horas antes del tratamiento y no se debe masajear la zona mínimo 24 horas después.

Es importante siempre seguir las recomendaciones de un profesional, quien puede solicitar algún tipo de exámenes antes del tratamiento. La toxina botulínica no debe ser aplicado en mujeres embarazadas.

Hemos visto muchos detalles sobre estas opciones de rejuvenecimiento facial y los usos de estas sustancias para que podamos sentirnos mejor, aumentar nuestra autoestima o vernos bien, no solo en el rostro sino en otras zonas del cuerpo. Entonces, nos queda decidir y escoger el profesional calificado y experimentado para hacerlo.

Cualquiera de las dos sustancias brinda muchos beneficios sin que esto implique un sacrificio, ingreso al quirófano o riesgos mayores. Ahora que hemos visto cuál es la diferencia entre la toxina botulínica y ácido hialurónico, será más sencillo elegir. Siempre es necesario contar con la opinión y consulta con un profesional para sacar el mejor provecho y protegernos.

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